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| Contador declaró. / EFE |
Día de protagonismo total para Alberto Contador en Lausana (Suiza). Ayer sí era obligatoria su comparecencia ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Debía declarar ante los tres árbitros, tenía que confirmar con su voz que la teoría de la carne era verdad, que él comió el famoso solomillo y que no realizó ninguna transfusión sanguínea durante el Tour de Francia de 2010. También expusieron su testimonio Benjamín Noval y Paolo Tiralongo, compañeros de Alberto en Astana en 2010.
El sol no ocultaba las bajas temperaturas en la localidad helvética. A primera hora de la mañana llegaba el pinteño, escoltado por un amplio número de abogados, a la sede del Comité Olímpico Internacional (COI).
En la sala Pierre de Coubertain, en la azotea del edificio olímpico, el caso Contador busca su final. La jornada comenzó con el cierre de los asuntos que se quedaron abiertos el martes, el examen y el análisis de los diferentes científicos.
Hubo que esperar para las declaraciones de los testigos. De hecho, Nova y Tiralongo, que esperaban su turno en la sede del COI, decidieron pasear durante más de una hora hasta entrar a la sala. La flexibilidad de los horarios en esta vista está siendo una constante.
El último en declarar fue el propio Alberto, que cerró la sesión. 35 minutos de testimonio, de respuestas a las preguntas de abogados de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y de la Unión Ciclista Internacional (UCI) y a los árbitros sobre la carne, el clembuterol, los plásticos y la teoría de la transfusión.
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| Los ciclistas respondieron ante los jueces. / EFE |
El madrileño mantuvo en todo momento que no hubo negligencia por su parte en ningún momento. “Ha estado muy convincente”, comentaban desde el entorno que le acompaña en tierras suizas. Y es que el debate podría haber sido bastante intenso.
Antes de Alberto
Justo antes del pinteño fue el momento de Noval y Tiralongo. Ambos se sentaron ante los árbitros para confirmar, durante apenas cinco minutos, que ellos también probaron el solomillo que José Luis López Cerrón llevó al cocinero de Astana, Paco Olalla, para que lo comieran durante el segundo día de descanso del Tour.
Cabe destacar que otro de los ciclistas de equipo kazajo que ingirió la carne es Jesús Hernández. Inicialmente estaba previsto que declarase, pero finalmente no se consideró su aparición. El hecho de que ni Noval, Tiralongo y Hernández no pasaran controles los días que Contador dio positivo hace que la teoría del solomillo no sea confirmada a priori.
En total, prácticamente 10 horas de sesión en este tercer día. La más larga de todas las tres jornadas vividas. Los abogados de Alberto se mostraron “cansados y con ganas de que termine la audiencia”, ya que está siendo, “muy intensa”, aseguraron.
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