Si la lucha es el camino para llegar al primer peldaño del podio de Brescia (este año la prueba no acaba en Milán), Bradley Wiggins y Vincenzo NIbali protagonizarán una intensa batalla que recordará a la pelea del último Tour de Francia. Ahí aparece la figura del británico, milimétricamente medida. Su guardia pretoriana en el conjunto Sky está diseñada única y exclusivamente para controlar en el llano y fundir a los rivales en la alta montaña de la mano de Heano y Urán. Todo para ganar.
Entre ese llano y esa alta montaña es donde Nibali, valiente como pocos, tendrá su oportunidad. La media montaña -de la que abunda en esta edición- será clave en este Giro si los protagonistas quieren aprovecharla. También el resto de ‘outsiders’. El escuadrón de El Tiburón está bien preparado para la guerra. Kessiakoff, Tiralongo o Brajkovic serán los fieles escuderos de su líder. La cuadriculada calculadora del Sky se las verá con la garra y el coraje de los Astana. Personalmente, y pese a ser muy fan de la profesionalidad de Wiggins, considero que Nibali merece un premio a su descaro y a su constante atrevimiento.
Pero no sólo Wiggins y Nibali animarán estas tres semanas de ciclismo rosa.Ryder Hesjedal (Garmin-Sharp) regresa un año después para defender la ‘maglia’ que arrebató en la última jornada a Purito Rodríguez. Éste no será la baza española, lo será un Samuel Sánchez (Euskaltel-Euskadi) que vuelve al Giro ocho años después. El asturiano ha competido poco en este 2013 y aún no sabe cómo responderán sus piernas. Si lo hace, buscará las emboscadas y aspirar al podio final. Si no, el objetivo será una victoria de etapa, la primera en esta carrera. Será complicado verlo en el podio de Brescia. Además, Beñat Intxausti (Movistar Team) será nuestro otro aspirante. El año pasado cuajó una grandísima primera parte de la ‘corsa rosa’, pero pagó la inexperiencia y se desplomó en la segunda mitad.
Cadel Evans (BMC), Michelle Scarponi (Lampre) -ambos en prácticamente su última oportunidad en su vida deportiva- y Robert Gesink -en la enésima- son los otros nombres que aparecen en las quinielas. De la lista se ha caído Ivan Basso (Cannondale) a última hora por un quiste perineal “del tamaño de un limón”. Eso sí, no faltarán hombres para poner la carrera patas arriba y, sobre todo, un equipo. El Vini Fantini tiene poco que perder y mucho ciclista animoso en el arte del demarraje, como Mauro Santambrogio, Danilo di Luca, Matteo Rabottini o Stefano Garzelli. No se quedan atrás en su osadía Domenico Pozzovivo o Franco Pellizotti, sin olvidar a los colombianos del Colombia-Coldeportes.
Para los gallos de la carrera, hay escenario de sobra -si quieren- para que la contienda por el rosa se eleve a la máxima potencia. El asunto para los ‘sprinters’ se complica bastante, con solo tres llegadas realmente favorables para sus cualidades. Ya puede afinar Mark Cavendish. Y es que el Giro de Italia, para este año, ha cedido en alta montaña para darle protagonismo a las etapas nerviosas. Se trata de una intentona para cambiar los habituales registros en los que las grandes vueltas se deciden en los grandes puertos y las contrarrelojes.
En definitiva, los ciclistas deberán completar tres cronos: una por equipos (2ª etapa), una individual de 55,5 kilómetros (8ª) y una cronoescalada a Polsa (18ª). La contrarreloj individual, si todo marcha sobre lo previsto, será el lugar donde Wiggins abra una brecha clara. A partir de ahí, el resto de rivales, sobre todo Nibali, deberán mantener un fuerte pulso en la montaña contra el británico y el Sky. Lo duro llega al final del Giro. Hay seis finales en alto: Montasio (10ª etapa), Vajont (11ª), Bardonecchia (14ª), Galibier y su respectivo homenaje a Marco Pantani (15ª), Val Martello (19ª) y Tres Cimas de Lavaredo (20ª). Ésta última será la etapa reina, en la víspera de la jornada final. Cimas como Telegraph, Sestriere, Gavia, Stelvio o Giau harán las delicias de los espectadores.
De esta manera, viviremos tres semanas de ensueño ciclista. La lucha por la maglia comienza y esos gladiadores sobre pedales se jugarán el tipo kilómetro a kilómetro por la conquista del rosa. Es la magia del ciclismo, como bien resumen el vídeo promocional de la ‘corsa rosa’. Merece la pena verlo. Las sensaciones que os queden serán las que tendréis en las grandes jornadas del Giro, que son muchas. Disfrutadlo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario