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martes, 18 de octubre de 2011

Miriam Rabaneda: “Pinto nunca dará a Contador lo que él nos ha dado"


Alcaldesa y ciclista en una celebración. / Ayto. Pinto
Mencionar a Alberto Contador por las calles de Pinto (Madrid) es hablar de una leyenda. Los 45.000 vecinos poseen un corazón ciclista que late al ritmo de sus pedaladas. El tricampeón del Tour de Francia se ha ganado el cariño a base de naturalidad. Miriam Rabaneda, del Partido Popular, es la alcaldesa de Pinto y, como tal, ha compartido con Alberto mejores –lo que más– y peores ratos, como el caso del clembuterol. Así lo cuenta a LA GACETA en la cafetería que el deportista frecuenta.

Fue el propio Contador el que enganchó a la alcaldesa y a los pinteños al ciclismo. “No era seguidora, pero a raíz de seguir a Alberto –allí es uno más y le llaman por su nombre– me fui involucrando. Además, si sales por la tarde sin ver la etapa no puedes hablar con los vecinos, porque el único tema de conversación es él”.

A Miriam la envuelve una sonrisa cuando hace memoria. “Recuerdo cuando ganó el primer Tour y fui a felicitarle. Se abrazó a mí y me dijo: lo hemos conseguido. Lo tengo grabado porque fue algo muy emocionante, muy especial”. Es esa cercanía de lo que más orgullosos están en Pinto. “Alberto es natural desde el primer día. El gesto que tuvo en el Tour, en Alpe d’Huez, saludando a su gente, nos llegó al corazón”. 

Son estos detalles los que han hecho de Contador, a sus 28 años, un símbolo en Pinto. “Le veíamos siempre con la bicicleta pero no imaginábamos que acabaría siendo el mejor del mundo”. Esta proyección también marca a los niños de la ciudad. “Los valores que Alberto representa, los de un chico joven que trabaja con tesón, fuerza e ilusión, quedan reflejados en otros jóvenes que saben que con la cabeza centrada todo se puede conseguir”.
Pinto siempre con Contador.

Se trata de un agradecimiento perpetuo. “Pinto debe más a Contador que Contador a Pinto. Ser conocidos en todo el mundo no lo habríamos conseguido sin él. Por muchos actos que hagamos, nunca le daremos lo que él nos ha dado. Estaremos siempre en deuda”. Por esto, si Alberto decidiera mudarse de Pinto los vecinos “no le dejarían”, bromea Miriam. Pero cuando habla en serio asegura que “seguiría siendo el mejor pinteño”.

Nada ha cambiado desde que se conociera el positivo por clembuterol. “El pueblo casi se volvió de luto, faltó vestir de negro. Fue una conmoción increíble. La gente estaba triste aunque no nos creyéramos lo del dopaje”. Todo lo que pasa en torno al ciclista afecta a sus paisanos. “Fue en los momentos duros cuando más cariño hubo y eso Alberto lo tiene grabado para siempre”.

Miriam no sólo conoce a Contador por los eventos. “Como es cercano, se para con todo el mundo que le saluda y... es mi vecino, hablo con él. Alberto está tranquilo, feliz, relajado y centrado en sus asuntos personales”. No era así cuando la noticia se publicó. “Estaba afectado, pero tenía dos caminos: derrotarse o seguir luchando. Hizo esto último”. Y pese a todo, su forma de ser no ha cambiado con los vecinos. “Sigue siendo el chico tan normal de siempre”.
Recepción tras el pasado Tour

En cualquier caso, tanto Pinto como la propia Miriam Rabaneda están atentos al caso Contador. “Intento estar informada, como el resto del pueblo, pero al pie de la letra no, porque entiendo que él tiene que tener cierta privacidad para poder hacer sus acciones y defenderse”. En cualquier caso, en Pinto son optimistas desde el primer día. “Sabemos cómo es Alberto. Que pase lo que tenga que pasar. Nos gustará más o menos, pero habrá que aceptarlo. Pero para nosotros siempre será un chico normal, sano y un buen ejemplo de superación y esfuerzo”. Queda reflejado en las palabras de la alcaldesa que Contador es el corazón de un pueblo que ocupa el centro geográfico exacto de la Península Ibérica.

Texto escrito por Luis Valladares y publicado en LA GACETA (Intereconomia) el 18 de octubre de 2011.

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