Ponga un Fabian Cancellara en su equipo ciclista. La Vuelta a España dio sus primeras pedaladas en forma de contrarreloj por equipos por las calles de Benidorm. Se trató de una etapa muy extraña. Los problemas mecánicos en la rampa de salida, las caídas o la falta de entendimiento entre los ciclistas marcaron la pauta para las diferentes estructuras e hicieron que el tiempo final fuera decepcionante para más de una. Pero si hay uno que no falla en estas lides, ese es Cancellara. El suizo se echó al resto del equipo a su espalda durante los 13,5 kilómetros de recorrido y con sus piernas, que valen por la de unos cuantos hombres, llevó a Jakob Fuglsang a enfundarse el primer maillot rojo de la Vuelta.
Cancellara fue la locomotora de Leopard. / AFP |
Mejor dicho, el segundo. Vincenzo Nibali, vencedor en 2010, lo portó durante la prueba. Su equipo, el Liquigas, realizó una buena contrarreloj y acabó segundo. El italiano se coloca como el primero de los favoritos en la general. Por detrás, Joaquim Rodríguez está a 21 segundos e Igor Antón a 24. Buena etapa para Katusha y Euskaltel. Peor le fueron las cosas a otro de los grandes aspirantes, Denis Menchov. El Geox acabó penúltimo y el ruso está a 39 segundos.
El primer líder de la Vuelta. / AFP |
Parte de culpa lo tuvo el repecho inicial de algo más de 3 kilómetros, que en un recorrido tan corto la hizo aún más explosiva. Fueron muchos los equipos que llegaron con los cinco ciclistas a meta. Uno de ellos, el HTC de un Mark Cavendish que no podrá vestirse de líder mañana pese a las bonificaciones para los tres primeros de cada etapa.
Nibali portó el maillot rojo. / AFP |
Texto escrito por Luis Valladares y publicado en LA GACETA (Intereconomía) el 21 de agosto de 2011.
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