Contador se adelanta a los Alpes

El primer ataque de Alberto

Alberto Contador ya avisaba en el día de descanso de que en los Alpes cambiaría el Tour. Era allí donde los favoritos esperaban sus ataques. Sin embargo, el pinteño disparó antes. En el Col de Manse, de segunda categoría y a 11 kilómetros de la meta, Alberto cargó la pistola con un ataque bajo la lluvia que sorprendió a todos, salvo al potente Fabian Cancellara, que tiró del grupo para neutralizar al madrileño. Pero este quería más. Apretó el gatillo en un segundo demarraje. Aguantaron en un primer instante Andy y Frank, el líder Thomas Voeckler, Cadel Evans y Samuel Sánchez. Pero la insistencia de Contador acabó dejando en evidencia a los tres primeros. 

“Tenía claro desde por la mañana que iba a atacar y que alguien se quedaría”, admitió Alberto ya en meta.    Así, los dos españoles y el australiano se lanzaron en el descenso –el mismo que acabó con las aspiraciones de Joseba Beloki en 2003–. Evans derrochó fortaleza y se fue unos metros para ganar tres segundos sobre el dúo español. Por detrás, Basso y Andy, temerosos en la bajada, también perdían tiempo respecto a Voeckler y Frank. Al final, Contador arañó 1:04 al pequeño de los Schleck y 18 segundos a Frank y a Voeckler. Antes, Thor Hushovd se alzó con su segunda etapa en el Tour.

Samuel mira sin querer al podio

En la antesala del tríptico alpino, Alberto Contador propinó un golpe sobre la mesa. Sus dos ataques nada tuvieron con los que se vieron en los Pirineos. El del pinteño tuvo constancia, algo de lo que se careció aquellos días. Pero si para Alberto, además de recortar tiempo, se trata de un golpe de moral, para Evans supone un paso más en su aspiración de subir a lo más alto del podio de París. El jefe de filas del BMC tiene en su mano el amarillo, siempre y cuando aguante los cambios de ritmo en la alta montaña, porque en la contrarreloj es difícil desbancarle.

    Tampoco se puede dejar de lado a un Samuel Sánchez que mira al cajón por mucho que él diga que no. Ha sido el más activo de los gallos del pelotón. El asturiano está fuerte y quinto en la general. Si alguno de los que le precede se desinfla en los Alpes, la foto en los Campos Elíseos estaría cerca.

    Volviendo a las opciones de Contador, Pinerolo, hoy; el mítico Galibier –con riego de nieve–, mañana; Alpe d'Huez, el viernes; y la contrarreloj de Grenoble, el sábado, es lo que queda al de Saxo Bank para alcanzar la épica."No puedo desperdiciar ninguna etapa para recuperar tiempo", aseguró un Alberto más que contento al término de la etapa.

    Mientras, el gran perjudicado de la jornada, Andy Schleck, apuntó en su llegada que "el Tour no puede decidirse en las bajadas, era una carretera muy peligrosa. Tienen que evitar este tipo de recorridos, todos tenemos una familia". Por su parte, Frank creyó que "ha sido una idea de Bjarne Riis, que nos conoce bien y que sabe que ni a Andy y a mí nos gusta el mal tiempo y los descensos difíciles. Chapeau por ellos".

Segunda para Hushovd

Bajo la lluvia
El día se desarrolló bajo la intermitente lluvia. Todo apuntaba a tranquilidad entre los favoritos pese a rodar a una media de 51 kilómetros por hora hasta el kilómetro 100, donde se formó la fuga del día, compuesta por diez hombres y en la que se acabó imponiendo un incombustible Hushovd. Hoy también es un día propicio para escapadas... ¿y ataques sorpresas? Eso sí, Alberto estará muy vigilado.

Texto escrito por Luis Valladares y publicado en LA GACETA (Intereconomía) el 20/07/2011