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sábado, 23 de julio de 2011

La injusticia hecha ciclismo

La gran fuga del día
Ciclismo de muchos quilates el que dejó el último día de los Alpes en este Tour de Francia. La emoción llevó el nombre de Alberto Contador. “Cuando crucé la meta del Galibier lo primero que hice fue pensar en atacar hoy (por ayer) y darlo todo, me daba igual ser quinto que 24”, admitió el pinteño tras acabar en una injusta tercera posición ayer. Su apuesta fue arriesgada, incluso más que la de Andy Schleck en la jornada del jueves. Demarró en el Télégraphe ¡a 92 del final! sembrando el desconcierto. Sólo Andy le siguió. La aventura duró 65 kilómetros.



    A los pies de Alpe d’Huez los favoritos se reagruparon. Pero al inicio Contador demarró de nuevo para irse en solitario. Llegó a tener un minuto. Pero el cansancio le pasó factura. Samuel Sáchez y Pierre Roland le alcanzaron en la parte final. El francés, que había subido a rueda, se llevó la etapa. Por detrás, los Schleck no soltaban a Evans y Voeckler cedía el amarillo a Andy. El australiano tiene el Tour en la mano. 57 segundos a recortar en 42 kilómetros de crono. Contador ha de restar 3:02 a Frank para subir al cajón.

Increparon a Contador, que respondió así
     La cara de Alberto Contador en la meta era una extraña mezcla. La decepción de haber perdido la etapa y la tranquilidad del trabajo bien hecho. Sabía que volverse a pelear por el Tour era imposible, pero su infinita casta le llevó a no rendirse. El Télégraphe le vio atacar a 90 kilómetros de meta –30 más que el demarraje de Andy Schleck el día anterior–, pero el Galibier le mostró que no habría milagro.

     Otra vez Cadel Evans tuvo que esforzarse al máximo para no tirar el Tour. Y es que Andy iba delante con Contador. Una vez coronado la carrera se lanzó a los pies de Alpe d’Huez, donde comenzó una nueva etapa. Todos los gallos juntos, con las fuerzas justas, para disputarse el último puerto del Tour. El mismo que en 2008 coronó a Carlos Sastre, el mismo que dio la oportunidad a Contador de culminar una gesta genial que al final no fue.

    El pinteño hizo gala de su clase marchándose en al inicio de la ascensión. 21 curvas de herradura por delante y mucho desgaste ya. Pese a todo, tuvo un minuto de ventaja. Más tarde saltó Samuel Sánchez. Más entero se acercaba a Alberto. Tenía, cual parásito, a Pierre Rolland a rueda, sin gastar. Así, el francés puso la puntilla a los españoles a dos kilómetros de meta. La injusticia se hacía ciclismo.

El nuevo mayor amarillo
Schleck vs Evans
Pese a todo, Samuel lucirá el maillot de la montaña, mientras que Alberto aún tiene posibilidades de subir al podio gracias a los precedentes de Frank Schleck en las últimas cronos de las Grandes.

    Pero el gran duelo estará entre Andy y Evans. Este, pese a estar 57 segundos por detrás, tiene 43 kilómetros para lucir el amarillo en París. La fuerzas parecen igualadas, pero el especialista es el australiano. En cualquier caso, es una lucha inédita por la gloria.


Texto escrito por Luis Valladares y publicado en LA GACETA (Intereconomía) el 23 de julio de 2011

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